El corredor de mountain bike que fue quinto en los Juegos Olímpicos de Londres Burry Stander falleció ayer a causa de un choce con un minibus. Burry era un gran corredor de esta especialidad del mundo del ciclismo, muchos éramos los que teníamos grandes esperanzas en que el sudafricano pudiera hacer grandes cosas dentro dle mundo del ciclismo. Ya había sido Campeón del Mundo de BTT sub-23 y entró décimo en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Yo ya estoy hasta las mismísimas narices. Me da igual que la muerte de Stander no se haya producido en nuestro país, pero creo que ya es hora de plantearnos muy, muy seriamente el respeto hacia el ciclista. Está claro que llevamos demasiadas muertes de ciclistas, ya no solo profesionales (Iñaki Lejarreta, Víctor Cabedo, Burry Stander...) como de aficionados al ciclismo que salena pedalear por salud, debemos empezar a poner medidas de seguridad para el ciclista, pues éste es siempre el más débil en la carretera. No estaría mal limpiar los arcenes. Muchos de ellos están hechos una aunténtica porquería y circular por ellos es sinónimo de quedarse sin cámaras, parches y una segura rotura de la cubierta. Además, en muchos casos no son que digamos muy grandes.
Seguro que los que lleváis rodando ya mucho tiempo y habéis rodado por caretera, os habrán pasado muchísimos coches pegando, pegando. Éso no se debe permitir nunca, debemos ponernos de una vez serios y no permitir que los coches nos adelanten a menos de la distancia de seguridad, que está en 1,5 metros y a una velocidad controlada. Si los ciclistas no nos ponemos serios y nos proponemos cambiar las cosas, nadie lo hará por nosotros. Ya está bien de mantenernos callados. Con la muerte de Iñaki Lejarreta ya se comenzaron a hacer algunas manifestaciones en Madrid y Bilbao, ésto ya es progresar, pero no solo podemos hacerlo en dos ciudades. Sí, en muchas localidades se hace la Ride of Silence, pero se mete poco ruido. Debemos hacer marchas con mucha más publicidad, haciendo circuitos tanto urbanos como por carreteras que unen pueblos de las ciudades para demostrar a los conductores que los ciclistas estamos ahí y también sabemos manifestarnos. Siempre impone mucho más un pelotón con 50 personas en bici que un solo ciclista pedaleando. Si logramos unir a varias personas en este tipo de marchas, seguro que quien sea empieza a ver que hay movimiento y se empieza a tomar ésto en serio, que buena falta hace.
La muerte de Burry Stander es el último de los casos de atropellos. Ya he hablado antes y el otro día cuando estuve hablando de Lejarreta, de la cantidad de muertes que ha habido por accidentes de coches. Además, ha habido muchos accidentes, por suerte sin muertes. ¿Os acordáis del que tuvo Bradlew Wiggins? Ése es solo un ejemplo. Además, hay muchos ciclistas anónimos que han sufrido accidentes. Todos podemos convivir en la carretera, por favor, no es algo complicado, solo debemos cumplir las leyes de circulación. Todos tenemos despistes, pero es que el que acaba mal siempre es el ciclista. ¿Por qué? Quiero saberlo.
Vuelvo a decir lo que comenté hace unos días. La carrocería del ciclista es su propio cuerpo, su máxima defensa es un casco, unos guantes, unas gafas, unas zapatillas, un culote y un maillot. Si nos cae un coche encima, no tenemos nada que hacer, ya podemos intentarlo, que con ésa cantidad de peso encima, no podremos protegernos. Pero éso parece que hay muchos que no lo entienden.
Aunque he estado cierto tiempo sin tocar la bicicleta, sí que he salido unas cuantas veces con ella (todos sabéis cuál es mi afición por el mundo del ciclismo). Cuando he salido en bici, me han pasado muchos coches, unos han pasado a la distancia que exige la ley (1,5 metros), pero algunos nos han pasado pegando y aparte, dándonos un bocinazo sin que nosotros supiéramos el por qué. Éso también debemos evitarlo. ¿Molestamos a los vehículos? Manda narices, no podemos ir por las carreteras porque o nos atropellan o nos dan bocinazos, no podemos ir por el carril bici porque hay gente caminando que tambien se enfada con nosotros y nos invaden los dos carriles, el de la izquierda y el de la derecha y nos podemos encontrar con perros sueltos y cosas parecidas. Las calles de la ciudad tienen dos incovenientes: muchos peatones (que también se enfadan con nosotros) y no tenemos sitio suficiente para hacer una distancia larga. Entonces, ¿por dónde narices vamos? Podíamos ponernos a hacer rodillo en casa, en todo caso podía aparecer el perro y avalanzarse sobre nosotros (poco probable), y la familia y echarnos la bronca porque no escuchan la música, la radio, la tele, no pueden estudiar... (muy probable). Entonces, como dice un amigo mío, nos tocará colgar la bici.
En definitiva, es muy triste que haya pocos coches que dejen la distancia exigida, que más de la mitad de los que lo hacen sean o hayan sido ciclistas, pero debemos aguantarnos con lo que hay. Ya habéis leído a largo del artículo mi opinión. Ahora solo nos queda poner algo más (ya difícil) de nuestra parte y seguir adelante. Como dijo Freddie Mercury, "the show must go on", el espectáculo debe continuar. Esperemos que todo, por el bien de todos, cambie
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