Prueba BH Contour 6.4, 5000 kilómetros

Mi BH Contour ya tiene un año y cuatro meses (la compré allá por finales de enero de 2009), y acaba de cumplir 5.000 kilómetros. Sí, ya sé que no son muchos para tantos meses, pero he de confesar que no sólo salgo con ella. Je, je, conviene alternar las bicis para que no se cansen...

He ido haciendo pruebas anteriormente, que podéis leer en "Amantes del ciclismo de carretera y montaña" buscando "Prueba BH Contour" que quizás os sirvan para ver cómo ha ido la vida de mi bici anteriormente. Veamos cómo está ahora:

En general: Estoy muy satisfecho con la bici. Al principio me parecía un poco nerviosa y de frenada torpe. Ahora que me he acostumbrado a ella ni lo uno ni lo otro. La pintura no ha sufrido daños últimamente y el funcionamiento general es bueno, algo dubitativo el cambio de platos si no cambio en la dos coronas centrales. Lo peor, y muy inesperado por cierto, el sillín, un San Marco Ponza para el que he tenido que recurrir a la garantía y que ya me ha confirmado Miguel (mi mecánico) que en BH me lo van a cambiar sin problemas, y la corta duración de la cadena Shimano 10V, que tuve que cambiar con 3.000 kilómetros.

Vayamos por partes:

. Manillar, potencia y horquilla: Sin ningún tipo de problemas.

. Manetas del freno: Una arañada por una caída tonta en el carril bici. Tuve que volver a colocarla, lo que hice sin problemas valiéndome de una llave Allen.

. Frenos: De un tacto mucho más esponjoso que los Shimano RX100 que tenía antes, he comprobado en las marchas cicloturistas que frenan perfectamente. Resultan muy progresivos, tanto que Alberto, uno de mis compas de andanzas en BTT, cuando subió en la bici decía que no frenaba. Cuando aprietas la maneta la bici se para con suavidad. Sobre las zapatas, diré que parecen desgastarse rápido con la lluvia, tras la Marcha Primavera en La Bañeza el desgaste es comprobable.

Cuadro: Ligero, rígido, amortigua bien los baches. Han desaparecido los crujiditos misteriosos de los que hablaba en pruebas anteriores. Sigo pensando que la pintura es muy mejorable, y que no me vengan con el cuento de que es una bici barata. Baratas son las de 99 euros del Eroski.

Ruedas: Desapareció por completo el problema de la vibraciones al cambiar las cubiertas por otras de la misma marca. No fui capaz de ponerle unas cubiertas Vitoria, que sí que entraron perfectamente en los aros Mavic de mi bici anterior. Con las Michelin ningún problema para entrar ni para salir. Hacia los 3800 kilómetros rompí un radio de la rueda trasera y no fue fácil sacarlo en medio del campo. No hubo problemas para encontrar repuesto, Miguel me lo cambió nada más que se lo llevé.

Cambios: La cadena tiende a salirse cuando cambio de plato en las coronas inferiores y le cuesta entrar en la superiores. Nada que destacar en el cambio de las coronas traseras. En comparación con el RX100 de mi anterior bici el cambio sigue siendo lento, pero prefiero su tacto suave al de un Campagnolo Record que tuve ocasión de probar en una ocasión.

Sillín: Lo que peor me ha salido. O tengo los isquiones (los huesos del culete que apoyan sobre él) muy afilados, o la fabricación no era la que uno espera de un San Marco. He gastado 6 o 7 sillines en mi vida bicicletera, y ninguno había fallado tan pronto como este Ponza, que se ha hundido en la zona donde apoyan los dos huesos, tanto que he tenido que hacer uso de la garantía y estoy esperando que desde BH me traigan uno nuevo. Muy cómodo, se pedalea de lujo en él, pero un sillín de estos no puede durar 4.800 kilómetros, y más si el tipo que se sube sobre él pesa 68 kilos y huye de las carreteras en mal estado.

Pedales: Ningún problema con los Keo Classic aparte de lo rápido que se deterioran las gomas de las calas. Las pegué varias veces hasta que decidí quitarlas y ponerlas en las zapatillas viejas. Desde entonces no consigo acoplar la posición correcta de la zapatilla y arrastro algunas molestias en la rodilla, incluso a pesar de haber marcado con rotulador la posición anterior de la cala.

A ver cómo llegamos a los 10.000 kilómetros. Le esperan las Habas Verdes el domingo y la Sastre en agosto...