Carlos Sastre (Cervélo) ha sido el ganador de esta etapa reina del Giro de Italia. Puedo con Ivan Basso, que en el último puerto la armó varias veces. . Di Luca lo hizo una vez, y Menchov sigue líder. Carlos atacó de verdad. Seguramente se puso a pensar en el Tour del otro año, en la etapa del Alpe d'Huez. Solo ha estado la diferencia del sol, que aquí no era de junio.
Carlos tiene todavía algo difícil poder alzarse la victoria de este Giro, puesto que quedan pocos días de competición. Pero ya está tercero, OJO. Está a 2:19 de Denis Menchoz (Rabobank).
Sastre se benefició en parte de su desventaja en la general, de casi tres minutos respecto a Menchov. Pero a sus 34 años nadie le va a negar la capacidad de leer bien la carrera y saber en qué momento apretar a sus rivales. Lo encontró a seis kilómetros de la cima del Monte Petrano. Le quedaban fuerzas más que suficientes para dinamitar el Giro y dar el golpe que todos esperaban y que nadie supo frenar.
Nada más iniciarse la ascensión del Petrano, Basso la armó. Menchov salía detrás del de Liquigas como si estuviera enamorado de él. Ivan no podría haber cogido la maglia rosa porque está a 3:03 de Menchov.
Al principio de los ataques del equipo de Basso, Sastre iba en la parte traser del grupo. Este grupo cada vez se hacía más pequeño, y Sastre era uno de los pocos que no se quedaban. Comenzó a tirar un ciclista del Cervélo, Serge Pauwels, mientras Carlos Sastre seguía atrás del pelotón,.
Rezagado es una buena palabra para describir cómo quedó Carlos en un ataque de Basso.
Lance Armstrong va mejorando y ya hoy a dado señales de vida enganchando al español.
Carlos Sastre logró salvarse. Comenzó a ver cómo estaba la cosa para saber lo que tenía que hacer: Dejó pasar un par de kilómetros. Otro más. Observó que Basso recidivía en sus tirones y que Di Luca amagaba sin convicción. Anotó que dos rivales que le precedían en la general, Pellizotti y Leipheimer, se habían descolgado.
Cuando salió, Menchov no quiso salir a por él, y eso que estaba tercero. El que si lo intentó fue Basso, pero en seis kilómetros de persucusión no puedo con el abulense/madrileño.
Menchov le dijo a Danilo que intentara controlar al ganador del Tour. Él (Di Luca) y Menchov pensaron que si se ayudaban, evitarían tener un problema mutuo, pero Carlos Sastre ya estaba marcando el paso, un buen paso que ya nadie le podría arrebatar. Menchov actuó con firmeza en los últimos 200 metros para embolsarse la bonificación por el segundo puesto. Di Luca quedó tercero.
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