Carlos Sastre, del conjunto Cervélo, es una persona muy lista que saber cómo hacer las cosas. Salió victorioso en el último Tour de Francia que corrió (el del otro año), pero este año las cosas no le han ido igual. Carlos ha dicho que no ha llegado con una buena condición física al Tour, y tampoco con condición anímica. El comunicado decía:
"Dicen que rectificar es de sabios, pero no es la sabiduría la que me lleva a pedir disculpas de algunos errores cometidos durante este Tour de Francia, sino el reconocimiento de la propia equivocación.
Por distintas circunstancias y pese a creer haber llegado a la salida de este Tour en la mejor condición física y anímica, con los deberes hechos, la verdad es que desde el principio noté que algo fallaba, que las cosas no iban como esperaba. Traté de sobreponerme a la situación y quizá cometí el error de encerrarme demasiado en mí mismo y descargar contra otros mi malestar.
En ese adverso estado anímico, cometí el error de atender a los medios de comunicación en la rueda de prensa convocada por el equipo en el segundo día de descanso, vertiendo en ella algunas opiniones poco afortunadas.
Independientemente de la opinión profesional que pueda tener de cada periodista, cometí el error de generalizar en mis críticas, cuando no todos los periodistas, como tampoco todos los ciclistas, son iguales. Son muchos los profesionales y los medios que han tenido siempre, especialmente durante y después de mi victoria en el Tour 2008, un trato correcto, cuando no exquisito, hacia mí.
Tampoco creo que mi actitud hacia mis compañeros de equipo y hacia mis auxiliares haya sido la correcta, porque se han esforzado en ayudarme y yo no siempre he estado abierto a recibir esa ayuda. Espero haber aprendido de esta situación para que no se repita en el futuro.
Por todo ello, y superada la situación anímica en la que me he encontrado sumido estas últimas semanas, quiero pedir disculpas públicas, independientemente de las que pida en privado, a los profesionales de la información, a mis compañeros de equipo y a todos los aficionados a los que haya podido defraudar".
Como podéis observar, una persona que sabe pedir disculpas muy bien, y también sabe explicarse muy bien. Tanto mi padre como yo le vemos un poco cansado. Mi padre se ha preocupado por si no puede ir a su marcha.
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