miércoles, 2 de septiembre de 2015

Cicloturismo y profesionalismo

Como sucede en todos los deportes, dentro del mundo del ciclismo existen los que se dedican de forma profesional y los que montamos en bici por pura afición, por diversión. Podríamos catalogar, mejor dicho, a dos grupos: los que compiten y los cicloturistas. Hacemos esta distinción porque cada uno entiende el ciclismo de una forma diferente, los primeros para estar lo mejor posible dentro de una clasificación, y los segundos para salir a disfrutar de un rato de la bici, participar en alguna marcha (aunque algunas ya parezcan competiciones encubiertas) y charlar con los compañeros de la grupeta. Dos formas, como decía, completamente diferentes de ver este deporte, pero con una base idéntica: el amor por el ciclismo. Es evidente que, con estas formas de ver el ciclismo, los eventos son, lógicamente, diferentes, y cada uno se adapta a las necesidades de sus participantes. Los eventos cicloturistas son eventos donde uno sale a disfrutar, y las competiciones, donde se sale a disputar.  
Sin embargo, la distinción que hago en el párrafo anterior es, en muchas ocasiones, pura teoría, y la práctica, por desgracia, se distancia mucho de lo que debería ser todo en realidad. Vemos que acudimos a muchas marchas cicloturistas que no son marchas, sino puras competiciones. Eso es algo que no veo nada, nada lógico, pues si queremos competir, según la edad que tengamos, nos podemos sacar la licencia de la categoría Elite, Sub-23 o Master y competir en las competiciones que se celebran para esas categorías, pero si lo nuestro es más ir de tranquilos, con la grupeta, y picarnos de vez en cuando en alguna cuesta, está claro que lo nuestro es el cicloturismo. Pero eso de mezclar a ciclistas que van a disputar las marchas con ciclistas que van a disfrutar no lo veo lógico, siempre y cuando estemos hablando de marchas cicloturistas. Son marchas, no competiciones, y no deberíamos dejar permitir que se celebren como tal, tanto por parte de los cicloturistas puros como por parte de los organizadores.  
¿Qué soluciones aportar? Bueno, quizá lo suyo sería no permitir competir en las marchas cicloturistas, no poniendo clasificaciones ni tiempos, así no se restringe a nadie la participación, pero sí se restringe el que uno salga a competir, porque, al no haber clasificaciones, no figurará en ningún lado como primer clasificado de la marcha cicloturista. Si somos muy competitivos, hay pruebas de la categoría Master que nos permitirán competir, pero no nos metamos en eventos cuyo objetivo no es la competición. En las cicloturistas sí permitiría que en algún puerto o subida larga se dejara velocidad libre para que hubiera los típicos piques entre compañeros, pero pondría una parada obligatoria arriba para reagrupar, y el que no quiera hacerla y tirar, pues que haga el resto del recorrido por su cuenta. Supongo que cuando salís en grupo y uno pincha, por poner un ejemplo, se para aunque no sea para ayudar, sí para esperarle y seguir todos juntos. Pues aquí es lo mismo, solo que en vez de hacerlo con nuestra grupeta habitual de 6, 8, 14 ó 18 compañeros, lo hacemos con un grupo de muchos más ciclistas. Para mi gusto, una marcha cicloturista no deberiá dejar de ser una salida con una grupeta grande, donde debería reinar el buen ambiente y las risas mientras sumamos kilómetros por recorridos que a lo mejor de otra forma no conoceríamos. No digo que tengamos que parar a los 400 ó 500 cicloturistas por un pinchazo de uno, para eso supongo que habrá gente de la organización dispuestos a ayudar e incluso a ofrecer la rueda de algún coche que vaya acompañando a los ciclistas para reincorporar al quedado al pelotón, pero sí convendría, o por lo menos a mi me lo parece, hacer una pequeña parada en los avituallamientos, o tras un tramo libre, los cuales, como decía, sí veo lógicos siempre y cuando sean eso, un tramo determinado donde poder desfogarnos, sin más.
Estoy defendiendo el actual formato de cicloturismo, pero, a este paso, veo que tendremos que cambiar nuestra filosofía y adaptarnos a otras, como la de atletismo. Allí se hacen carreras populares, que, básicamente, vienen a ser lo equivalente a las marchas cicloturistas del ciclismo. Yo no voy a criticar a los atletas que salen en esas pruebas a competir, y creo que el motivo es más que suficiente. Resulta que estamos hablando de carreras populares, es decir, ya se utiliza un término vinculado a la competición. En las populares atléticas, el que quiere competir, compite, y el que quiere disfrutar, disfruta. En esto se están conviertiendo nuestras marchas cicloturistas, con la salvedad de que aquí no las denominamos carreras cicloturistas, sino marchas, y mientras sigamos utilizando ese término, yo defenderé lo de salir como un domingo más en las cicloturistas. Y, si os digo la verdad, no me apetecería nada que las marchas se conviertan en carreras cicloturistas. Y es que una de las desventajas del ciclismo es su peligro, acentuado cuando se trata de competir. Por eso no me gusta que las actuales marchas sean carreras encubiertas, igual que tampoco me gustaría que llegara el momento de hablar sobre carreras cicloturistas 

Y aquí descubro otro motivo por el que no me gusta que en los eventos cicloturistas se compita. El ciclismo es un deporte con cierto peligro con el tema de las caídas, y cuando uno va compitiendo, en algunas situaciones quizá se apura más de la cuenta, lo que puede provocar que besemos el suelo. Eso puede tener consecuencias muy negativas tanto para el ciclista como la organización de la prueba. 
La verdad es que nos encontramos pues en una situación un poco extraña con el tema este. Si realmente queremos pruebas donde juntar cicloturistas con ciclistas que van a competir, deberíamos hacer como en atletismo, las carreras cicloturistas, que es lo que se está haciendo ahora, solo que seguimos llamando a esto marchas cicloturistas. Yo seguiré defendiendo el tipo de cicloturismo tranquilo, para disfrutar, y me parece que quien quiera competir debería ir a las competiciones, pero esto va hacia otro enfoque, hacia el del atletismo, pero mientras esto se llamen marchas cicloturistas, yo seguiré defendiéndolas. Cuando cambiemos de términos, habrá que volver a escribir otro artículo.  
¿Y qué pasa con el material profesional en cicloturistas? Las bicicletas que llevan los ciclistas profesionales están diseñadas para ellos, y no veo muy lógico que nosotros como cicloturistas llevemos material muy caro que no se adapta a nuestras características. Queda muy bien poder presumir de llevar la misma bici que algunos equipos profesionales llevan en los pelotones profesionales, pero ese material, como decía, está pensado para competir, y además a buen nivel. Creo que en el mercado podemos encontrar el material que se adapta a nuestras características de cicloturistas. Nosotros como aficionados a la bicicleta no nos dedicamos de forma profesional a esto, por lo que tampoco hacemos los mismos kilómetros, ni a su velocidad. No entiendo por qué llevar bicicletas de fibra de carbono muy ligeras si nuestros objetivos no deberían ser ganar cicloturistas, sino disfrutar. Creo que las bicicletas tope de gama para nosotros, los cicloturistas, rondan los 1500 euros, pero podemos encontrar material para la práctica de nuestro deporte por mucho menos precio, y quizá por 1000 euros también podemos encontrar una buena bicicleta. Los profesionales pueden llegar a completar anualmente 30000-35000 kilómetros, algo prácticamente imposible para un cicloturista, más que nada porque, al no dedicarnos de forma profesional a esto, disponemos de mucho menos tiempo para entrenar, y al no tener la obligación de rendir en las marchas cicloturistas, puede que incluso nos saltemos alguna salida por simple pereza, y es que si para nosotros es casi imposible completar los kilómetros anuales de cualquier profesional, para ellos es imposible no entrenar un día por pereza.  Bueno, por lo menos, alguna ventaja teníamos que tener... Fuera bromas, está claro que con tantos kilómetros anuales y, además, a medias que rondan en varias ocasiones los más de 40 km/h, y donde cualquier segundo cuenta, necesitamos un buen material que sepamos nos va a responder en cualquier situación. Para eso están las bicicletas que no llegan a 7 kilos, que son las de los profesionales. Pero nosotros ni hacemos 30000 kilómetros anuales ni sacamos medias de 45, así que no hace falta que nos gastemos 6000, 7000 u 8000 euros en una bicicleta cuando por precios entre 900 y 1500 euros tenemos un amplio abanico de bicicletas adaptadas a nuestras necesidades. Otra cosa es que desde las marcas nos intenten vender el material profesional, pues ellos seguro que sacan más beneficio económico vendiendo las bicicletas de 6000 euros que las de 1500 y aquí, como siempre, se trata de sacar el mayor partido posible para la marca. Pero no seamos tontos, no nos dejemos engañar, y saquemos nosotros nuestras ventajas económicas también.
También estamos viendo cómo la tecnología en temas de GPS va evolucionando. Polar, Garmin, Sigma... van sacando modelos cada vez más sofisticados de pulsómetros y GPS. Yo soy partidario del uso del pulsómetro a nivel cicloturista, pero siempre y cuando todo sea fácil de leer para que su entendimiento sea sencillo, pero también tengo la sensación de que esto se está complicando demasiado. Quizá los modelos de pulsómetros integrados a GPS, que permiten ver velocidad, cadencia de pedaleo, temperatura, altímetro, pulsaciones, ruta hecha, seguir rutas... se están "profesionalizando" demasiado, y creo que hemos llegado a un punto en el que, para entender ciertos parámetros, ya necesitamos a un entendido que nos simplique los datos que nos aportan estos aparatos. Una vez más, debemos saber cuál es el producto que más se adapta a nuestras necesidades deportivas. En este aspecto, creo que tampoco debemos complicarnos en exceso. Con un pulsómetro simple podemos obtener bastantes datos, y con algunos GPS aun es relativamente fácil controlar el pulso sin grandes complicaciones, aunque cada vez es más difícil ver un aparato fácil de utilizar.
En definitiva, vamos a usar el material ciclista según nuestras necesidades, y vamos a ver si entre todos conseguimos separar el cicloturismo de la competición.

sábado, 18 de julio de 2015

Iván Martínez gana la Vuelta a Zamora

Cartel de la Vuelta a Zamora 2015.

La última etapa de la competición no varío la clasificación general de esta edición de la Vuelta a Zamora, por lo que el ciclista Iván Martínez logró llevarse la general de la competición zamorana, manteniendo en la última etapa la ventaja conseguida ayer en la etapa entre Hermisende y Lubián. 
El zamorano Jaime Rosón, del Caja Rural, vencedor del Valenciaga y actual campeón de España sub-23, consiguió acabar en cuarta posición, puesto que cogió ayer en la etapa reina de la Vuelta a Zamora; hasta entonces, el zamorano logró mantenerse en segunda posición a escasos cuatro segundos del primer clasificado. Para la etapa de hoy, el zamorano ayudó a su compañero de equipo Daniel López para la llegada al sprint, y quien, a falta de dos vueltas, dio un fuerte cambio de ritmo, que le permitió llevarse la etapa entre Moraleja del Vino y Zamora, la cual acabó en la Plaza de La Marina, en un circuito de algo más de un kilómetro al que los ciclistas tendrían que dar varias vueltas.

Jaime Rosón, cuarto clasificado en la general de la Vuelta a Zamora 2015.

Esta última etapa entre Moraleja del Vino y la capital zamorana, comenzó a una gran intensidad, con varios ciclistas intentando formar escapadas, pero no cuajó ninguna, por lo que el pelotón llegó entero a la Plaza de La Marina. Allí se montó un circuito de algo más de un kilómetro, donde los corredores completarían un total de 10 vueltas. El zamorano Jaime Rosón fue el encargado de encabezar el pelotón en la mayoría de esas vueltas, con el objetivo de controlar al pelotón y que su compañero de equipo Dani López lograra la victoria en esta etapa, objetivo que consiguieron con un cambio de ritmo por parte de Dani a falta de un par de vueltas para llegar a la meta, lo que le permitió ser el vencedor. En segunda posición entró su compañero Carlos Jiménez. 

martes, 23 de junio de 2015

Microciclos y mesociclos

-Microciclos.

Son periodos de entrenamiento que suelen corresponder a una semana de entrenamiento, aunque realmente pueden hacerse desde 3 a 14 días, pero la forma más sencilla sería para una semana. No hace falta que esos días sean de domingo a domingo, que suele ser como programamos las semanas, sino que también puede ser, por ejemplo, de lunes a lunes o miércoles a miércoles.
Hay varios tipos de microciclos:

a) Microciclo corriente. Son entrenamientos muy suaves, como los que se hacen al comenzar la base al comenzar la temporada o cuando volvemos a dar pedales tras un periodo de tiempo prolongado sin montar en bicicleta. El objetivo es preparar al organismo para otras sesiones de más calidad. Se debería mantener una intensidad muy baja, pero aumentar el volumen.

b) Microciclo de choque. Toca aumentar el volumen e intensidad, evitando que el organismo se estanque. Pero, claro está, en el periodo de acondicionamiento daríamos más importancia al volumen, aumentando las horas (es mejor entrenar por horas que por kilómetros, pues estos son relativos y dependen de muchos factores, como viento, lluvia, terreno, sensaciones...)  y manteniendo la misma intensidad. Sin embargo, cuando nos encontremos en el preparatorio específico, aumentaríamos las sesiones de calidad y dejaríamos el volumen a un segundo lugar.

c) Microciclo de recuperación. Su objetivo es recuperar y regenerar al organismo tras un esfuerzo considerable. Se programan tras microciclos de choque o competitivos. Suelen hacerse varios días de descanso activo junto a otros donde se descansa por completo. Normalmente suelen hacerse tres semanas de carga progresiva y otra con un microciclo de recuperación.

d) Microciclo de aproximación. Su objetivo es dejarnos lo mejor posible para la competición o cicloturista. Los entrenamientos serán de baja a moderada intensidad, produciendo una supercompensación.
e) Microciclo de competición. Son los entrenamientos correspondientes al periodo competitivo. Son sesiones de baja intensidad y volumen, intentando llegar lo más frescos posibles a la competición o marcha cicloturista. Si vamos a estar mucho tiempo sin acudir a uno de estos eventos, también podremos programar un microciclo, imitando las condiciones de nuestros retos, evitando así romper la progresión del periodo competitivo.

-Mesociclos.

Es la unión de varios microciclos, normalmente entre tres y seis. Son:

a) Mesociclo entrante. Se programa al inicio de la temporada o tras un largo parón. Está formado por tres-cuatro microciclos corrientes. Consta de sesiones de carga medias-bajas.

b) Mesociclo básico. Es muy importante en el periodo de acondicionamiento general y en el específico, aumentando el volumen y la intensidad. 

c) Mesociclo preparatorio de control. Enfocado a las marchas o competiciones preparatorias. Si sumamos varios eventos podremos llegar a tener una buena forma física. Probaríamos algunas situaciones que viviremos en el periodo competitivo. Está formado por cargas de entrenamiento suaves o de recuperación.

d) Mesociclo precompetitivo. Se coloca en la parte previa a la que están nuestros objetivos.

e) Mesociclo competitivo. En este mesociclo se incluyen los eventos más importantes de la temporada. Hay que incluir algún microciclo de recuperación, sobre todo si nuestra es muy larga y está muy cargada de marchas o competiciones.

f) Mesociclo preparatorio de restablecimiento. Se incluirá al final de la temporada, situados en el periodo de transición.

domingo, 22 de febrero de 2015

¿De vuelta?


Hola a todos. Digo a todos porque tengo la esperanza de que aun alguien lea de vez en cuando este blog y de alguien también leerá esta entrada. Y es que, tras tanto tiempo sin actualizar el blog (veo que la última entrada fue del 22 de septiembre de 2014), tendría que preguntar que si queda algún lector en el blog. La verdad es que han pasado cinco meses sin actualizar el blog por diversas circunstancias, principalmente falta de tiempo en algunas ocasiones y de ganas en otras. Hoy, de nuevo, vuelvo a publicar algo, aunque, realmente, solo es un pequeño artículo para, digamos, comenzar de nuevo este proyecto que comencé ya hace algunos años con bastante ilusión.


Hola a todos. Digo a todos porque tengo la esperanza de que aun alguien lea de vez en cuando este blog y de alguien también leerá esta entrada. Y es que, tras tanto tiempo sin actualizar el blog (veo que la última entrada fue del 22 de septiembre de 2014), tendría que preguntar que si queda algún lector en el blog. La verdad es que han pasado cinco meses sin actualizar el blog por diversas circunstancias, principalmente falta de tiempo en algunas ocasiones y de ganas en otras. Hoy, de nuevo, vuelvo a publicar algo, aunque, realmente, solo es un pequeño artículo para, digamos, comenzar de nuevo este proyecto que comencé ya hace algunos años con bastante ilusión.
Durante estos cinco meses han sucedido bastantes cosas en el ciclismo a nivel profesional y a nivel cicloturista. Hemos visto diferentes fichajes, diferentes competiciones, diferentes recorridos para las grandes vueltas y, en definitiva, distintas historias deportivas en un deporte que, parece, poco a poco va mejorando, aunque sea muy, muy lentamente. Tengo la sensación de que no hemos visto tantos casos positivos, algo que tantos problemas ha creado a este deporte de las dos ruedas. Y aunque estamos viendo triunfando a ciclistas que ya llevan unos cuantos años en el profesionalismo, como es el caso de Valverde o "Purito", también vamos viendo cómo, poco a poco, algunos jóvenes dejan verse, aunque es cierto que falta gente para que se produzca el deseado cambio generacional que tantos veteranos del pelotón profesional quieren ver. Faltan niños practicando ciclismo, los aficionados están ahí, compitiendo sub-23 con ciclistas recalificados con más de 30 años, todo un jaleo, y muchos ciclistas profesionales pasan con equipos continentales, no pudiendo competir todo lo deseado con ciclistas profesionales del nivel de Purito, Nibali, Valverde, Froome, Contador y compañía. Una pena, la verdad.
También se comienza a hablar de la retirada de Alberto Contador. El de Pinto ha comentado que aguantará en el pelotón esta temporada y la que viene. Quiere dejarlo estando en lo más alto de su etapa como ciclista profesional, marchándose dejando un buen recuerdo entre nosotros, los que seguimos el ciclismo desde el punto de vista de los aficionados. La verdad es que sería una pena que un grande como es Alberto dejara el profesionalismo, pero todo tiene su final, y parece que su carrera deportiva como profesional finalizará.
Y ya con la temporada iniciada, hemos podido ver ya las primeras pedaladas de los ciclistas. Aunque las grandes citas están aun lejos, hemos podido ver ya ciertos duelos entre profesionales. Esperemos que esta temporada se presente interesante y lo que predomine sea el tema deportivo y no el dopingo y demás historias.
En el ámbito personal, ahora mismo tengo la bici muy apartada. Aunque este verano, debido a una lesión, sí la he utilizado algo más de lo habitual, apenas estoy saliendo con ella. Estoy metido de lleno en mi temporada de atletismo, que va de septiembre a junio, y tras superar la lesión que tuve, comencé a correr, dejando la bicicleta de lado. Por ahora no tengo intención de retomar su práctica, por lo menos durante unos cuantos meses, pero prometo que, al igual que nuestros profesionales con las competiciones, yo también estaré de vuelta, pero, para cuando yo comienze, seguro que todos los lectores de este blog ya habréis acabado la base hace muchísimo, pero muchísimo tiempo, y estaréis de pleno metidos en la temporada ciclista, así que, como siempre, me tocará salir con la "flaca" para acabar destrozado después de la ruta y, además, descolgado, como siempre me pasa cuando salgo en bicicleta.