lunes, 22 de marzo de 2010

Prueba de la Cardgirus

Cuando estuvimos en la Bilbao-Bilbao (bueno, más bien el día antes) fuimos a recoger el dorsal al Centro Comercial donde lo daban, el Zubiarte. Allí nos encontramos con la Cardgirus. ¿Qué es eso? pues es una bici en una bola de aire puro, sin ruedas, donde se informa de la cadencia que se lleva, pulsaciones... Os pongo una crónica. Espero que os guste, ya que es la primera que escribo (las de la BH Contour las escribía siempre mi padre).
Cuando me subí en ella, lo primero que hicieron fue preguntarme cuál era mi peso y mi altura; una vez que sabían eso, me pusieron el recorrido (un kilómetro y medio del recorrido de la Bilbao-Bilbao). ¿Qué pasó? El señor, mientras hablaba con mi padre (que estaba conmigo) y conmigo, se lió y cogió cinco kilómetros. Me dijo que no tenía que hacer tanto, solo el kilómetro y medio. Fue una aunténtica gozada, hacía que no me subía en una de carretera para hacer algo parecido desde la caída (hace un año y casi cuatro meses). Se me hacía raro tocar el freno y que no frenase, pero, claro, no tenía ruedas... No era como una bici de estas del gimnasio, ni mucho menos, solo con decir el precio (2.000 euros), yo creo que ya vale.
El señor nos decía que, claro, para un uso doméstico, de una sola persona, estaba de maravilla, pero para un gimnasio, no, porque por allí iban a pasar muchas personas y mejor que no.
Se podía revolucionar allí de maravilla. Una vez me bajaron unos cuantos piñones y bajé a 80 (iba a unas 120). Ésta es la anécdota.
Aquí me veis subido, con el señor explicándome y mi padre detrás del señor alto de la camisa blanca (ya sé que no se le ve, por eso lo digo)

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