Es verdad. Ahora ya es septiembre, y la mayoría de los ciclistas vienen con un montón de competiciones en las piernas, un montón de ajetreo, y de más historias que acaban pasando factura. Muchos de ellos se han dejado todo en el Tour, (la mayoría), como es el caso de los hermanos Slheck, Alberto Contador (que no está en la Vuelta)... Otros, como Denis Menchov, Di Luca o Carlos Sastre se lo han currado en el Giro de Italia... Se han reventado en las competiciones importantes, de tres semanas, y ahora, en septiembre, no pueden. Alejandro Valverde, con todos los problemas que ha atravesado este año, ha podido competir en competiciones que no le han reventado mucho: la Vuelta a la Comunidad de Madrid, Dauphiné... Y la mayoría de ellas las ha acabado con notables resultados, incluso ha obtenido victoria, pero tanto él como Eusebio Unzúe han sabido controlar el número de competiciones para que llegara bien fresco a la ronda española. Y lo han conseguido. Mientras que Vinokurov, Andy y Frank Slheck o Fabian Cancellara han abandonado, él ha sido capaz de seguir hasta el final, y, junto Eusebio, ha sabido llevar el maillot amarillo hasta el final. Se ha entrenado con cabeza y, al final, mañana estará en lo más alto. Felicidades.
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